Mariliz Castillo

Blog

LA REGLA DE ORO PARA CONVERTIR AL DOLOR EN TU MAESTRO

Acompañando a mi hija en un proceso de duelo, de mi propia experiencia y las de algunos de mis pacientes, aprendí lo que te comparto hoy. Todos tenemos miedo a sufrir, pero hay diferencia entre el dolor que es inevitable y el sufrimiento que es tu opción. Encarar el dolor y no huir de él te da la ventaja de saber que puedes controlarlo. Aquí te doy unos pequeños tips para triunfar sobre aquello a lo cual temes.

Te mostraré como la aceptación, que es el primer paso al amor, es posible con ese monstruo que nos acecha cuando sentimos dolor.

Nada mejor que una experiencia negativa (fracaso, quiebra, despido, separación, muerte) para convencerte que no es cierto que tienes el control de tu vida.

Conceptos generales

  • Tu dolor puede ser tu maestro, pero debes conocerlo profundamente.
  • Hay diferencia entre el dolor y el sufrimiento, éste último es opcional.
  • El dolor es proporcional al ego.
  • Hay que transitarlo, pero primero hay que volver a él, entenderlo, aceptarlo, rendirse, amarlo.
  • Asociamos varias cosas con el dolor: miedo, culpa, generalmente emociones densas y esto es lo que nos impide acercarnos a él para sanarlo.
  • Cuando lo conoces, lo confrontas, lo asimilas y aprendes a manejarlo, has triunfado sobre él.
  • La tendencia a evitar las emociones densas es lo que nos mantiene en las mismas condiciones, sin avanzar.
  • Lo que te propongo es un proceso necesario que requiere de coraje y determinación.

Conoce tu dolor

 

  1. Ponle nombre al dolor. Define lo más claramente posible su causa, no lo mezcles con otros dolores del pasado, de ser posible, colócale un nombre para que puedas hablar con él, aunque esto te parezca extraño.
  2. Mídelo. Diseña un sistema para saber su intensidad día a día, asígnale una escala para que puedas medirlo cada día y descubrir qué lo intensifica o suaviza.
  3. Descubre su origen, identifica cuándo y por qué empezó, la situación, el contexto, las personas asociadas al mismo, los lugares, objetos, etc.
  4. Perdónate y perdónalo. En un acto de amor habla contigo misma y siente cómo este dolor te está castigando, permítele que lo haga y perdónate por permitirlo, no hemos venido al mundo a sufrir, pero cuando el dolor aparece no podemos evitarlo. Perdona ese dolor por haber llegado a tu vida y a ti misma por no saber aun transitarlo.
  5. Se amiga de tu dolor, no huyas de él.
  6. Acéptalo sin cambiar nada, con todas las características, condiciones y circunstancias que aparece, recíbelo, no lo rechaces.
  7. Descubre cual es la enseñanza que vino a traerte. La pregunta mágica que ayuda en esto es ¿Para qué?, el querer saber por qué, no te dará una respuesta satisfactoria; sin embargo, un ¿para qué? Puede darte mucha información y te llevará a la gratitud.
  8. Ofrécele amor a tu dolor, enmarca esa situación en un ambiente de paz, tranquilidad, amor por ti misma para suavizarlo.
  9. Siéntelo, conócelo, él tiene su propia personalidad. Reconoce las emociones que se asocian con él. Intenta dale una forma, un color, personalízalo cuanto puedas.
  10. Ensaya diferentes acciones para suavizarlo y cuando descubras cuáles son efectivas realízalas con frecuencia.
  11. Siente cómo poco a poco vas ganando más control sobre él y no al contrario.